martes, 30 de septiembre de 2008

La imagen vs. capacidad de impacto


Querid@s lectores:

A esta altura y gracias a la iniciativa de mi querida amiga Malú de introducirnos en el desconocido mundo que subyace en una imagen entiendo que, si han seguido al detalle, la inclusión de todas las imágenes y se les ha despertado por lo menos un signo de interrogación que permanecía adormilado en vuestras conciencias es hora de introducirnos formalmente en el tema y, para ello, creo que viene bien este artículo de Manuel Alonso y Luis Matilla referido a "Imágenes en acción" que rescaté casualmente en mis visitas a la red mientras buscaba información sobre las Xo.
Les recomiendo darse un paseo virtual por la fuente abajo citada en la que encontrarán este artículo y otros altamente interesantes sobre el tema
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Fuente:
http://www.quadraquinta.org/materiales-didacticos/trabajo-por-proyectos/piensa-prensa/guiasdelprofesor/guia1/guia1-07.html


"Lo más importante que posee la imagen desde el punto de vista significativo es su capacidad de impacto emocional. Las imágenes nos atraen, nos convencen y, sobre todo, nos emocionan. Cuando descodificamos una imagen, no solo realizamos su lectura "literal": la imagen actúa sobre nuestro universo mental en el que conservamos una serie de relaciones emocionales entre escenas y sentimientos, entre emociones e imágenes. Así es como éstas se cargan de connotaciones que surgen del mundo interior de cada persona. Por eso la imagen es polisémica, por la diversidad de sugerencias posibles que encierra.
Cuando texto e imagen se combinan para formar un mensaje – ya sea periodístico, publicitario o de otro tipo- establecen entre sí diferentes relaciones significativas.

7.1. La lectura de imágenes.

La función sugestiva de la imagen Las imágenes transmiten un caudal de datos que está ahí con una determinada finalidad. ¿Qué pretende el creador de la imagen? ¿Qué recibe quien la ve? En función de estos criterios, es fácil desembocar en la distinción de tres funciones fundamentales de la comunicación por imágenes: la informativa, la recreativa y la sugestiva. (…)
La función sugestiva de la imagen es la más interesada: pretende obtener algo de nosotros, no dárnoslo. La imagen publicitaria y la propagandística tienden a que compremos un producto o nos adscribamos a una actitud o a una idea. Hay una función proselitista de la imagen que trata de ganar adeptos para algo, ya sea en el terreno material, ya en el espiritual o vital.
...

En nuestra cultura asociamos automáticamente la visión de un hecho con su existencia: identificamos la imagen con la realidad.
Sin embargo, las imágenes son siempre signos de algo ajeno que incorporan diversos códigos comunicativos: unos generales, como la gestualidad; y otros específicos, como el código gráfico o el de relación compositiva entre los elementos que forman la imagen. Para leer de forma comprensiva y crítica las imágenes es necesario conocer estos códigos.
Las imágenes comunican de forma global y por la vía emotiva. Por eso, a menudo, se producen a través de ellas comunicaciones inadvertidas, se transmiten emociones, sentimientos, valores, etc. que el receptor asume de forma inconsciente. Este poder de la imagen lo conocen y utilizan los publicistas y otros comunicadores de la sociedad de masas. Para leer críticamente las imágenes es importante tener en cuenta:


a) Algunos aspectos relacionados con el sentido de la percepción como:
• La interacción fondo – figura. Entre el fondo y la figura se produce siempre una interacción. Generalmente, el receptor de un mensaje icónico distingue entre el tema protagonista de la imagen y el fondo o entorno que lo enmarca. Cuando esta diferencia no está clara, el sistema perceptivo duda entre el sentido que debe dar a la representación.
• La tendencia a organizar los elementos de la imagen en grupos por cercanía, continuidad o semejanza y a suplir los vacíos existentes.
• La tendencia a interpretar los estímulos perceptivos de acuerdo al esquema más sencillo entre los posibles.

b) Los distintos códigos comunicativos que interactúan en las imágenes:
• El código espacial. La elección de la parte de realidad representada y del punto de vista desde el que esta realidad se contempla (arriba, abajo, izquierda, derecha), es decir, el encuadre. Se hace siempre con una intención: objetividad/distorsión, realismo/ engaño; etc. y da noticia de la posición física e ideológica del autor del mensaje icónico.
• Los códigos gestual y el escenográfico. Al analizar una imagen es importante detenerse en la sensación que nos produce la actitud y gestualidad de las figuras que aparecen ( quietud, nerviosismo, tristeza, angustia, serenidad..) y mirar detenidamente el fondo atendiendo a la escenografía, a los aditamentos que están adjetivando el tema central (como el vestuario, el maquillaje, los objetos que aparecen…)
• El código lumínico. El tratamiento de la luz puede añadir significaciones a la imagen: una luz frontal aplasta las figuras y les da un aspecto vagamente irreal; la iluminación posterior separa las figuras del fondo y agrega tridimensionalidad a la imagen; la luz lateral y la cenital - que se dirige de arriba abajo- acentúan volúmenes; y la luz de abajo a arriba puede producir deformaciones inquietantes o siniestras (recuerda la iluminación que se utiliza en algunas escenas de las películas de terror). A menudo en las imágenes se utilizan también los colores con una intención simbólica, como has estudiado en el apartado del texto publicitario.

• El código simbólico. A veces, las imágenes representan muchas más cosas de las que aparecen en ellas. Se produce entonces un proceso comunicativo de carácter simbólico que hace posible la representación de ideas abstractas o inmateriales. Las relaciones entre los símbolos y aquello que simbolizan pueden establecerse: por analogía: por ejemplo, la calavera que representa la muerte; por relación causa-efecto; o por pura convención social libremente pactada: por ejemplo, la paloma, símbolo de la paz.
• Los códigos gráficos. Los instrumentos técnicos con los cuales se elabora el mensaje visual determinan en muchas ocasiones algunas peculiaridades formales de la imagen que matizan o modifican su sentido. Esto es lo que llamamos códigos gráficos. Así, por ejemplo, cuando la realidad se toma con una lente gran angular la imagen resultante produce una sensación de lejanía de los objetos y figuras, aunque éstos estén cerca, y aumentan en el receptor la sensación de profundidad: los objetos cercanos se perciben con una acentuación exagerada de la perspectiva.
Por el contrario, su una escena se toma desde lejos con un teleobjetivo la sensación visual que produce es de cercanía y aplastamiento.
Por ejemplo, un grupo de personas tomado con un gran angular desde cerca, dará la sensación de que hay poca gente y que ésta está dispersa; en cambio, tomado desde lejos con un teleobjetivo, la sensación será la contraria: de amontonamiento y gran cantidad de personas.
Otro aspecto técnico que puede modificar el significado de la imagen es el enfoque/desenfoque que a menudo se utiliza como elemento expresivo. La parte enfocada de la imagen tiende siempre a realzarse.
Todas estas distorsiones pueden provocar ambigüedades o equívocos en la apreciación de las imágenes por parte del receptor.
• Los códigos de relación. Los distintos elementos de la imagen que forman el conjunto del encuadre establecen entre sí una serie de relaciones espaciales que sirven para jerarquizar los elementos y ordenarlos en el proceso de examen visual que realizan los receptores. El autor de la imagen puede, pues, en función de las relaciones espaciales, establecer el itinerario de mirada del receptor, y por lo tanto la interpretación del mensaje icónico. Existen muchas formas de composición de la imagen: composición plana o en profundidad, armónica o en tensión, estable o dinámica. El autor juega con tensiones, equilibrios, paralelismos, antagonismos complementariedades etc. que indudablemente aportan a la imagen un sentido determinado.

La imagen subliminal

Los intentos más representativos de nuestro siglo en materia de persuasión subliminal, se realizaron usando como vehículo la imagen en movimiento. El procedimiento consistía en intercalar una imagen inducida cada segundo de proyección. Siguiendo este sistema, cada veinticuatro fotogramas se insertaba otro, con una significación ajena al filme proyectado, conteniendo un mensaje verbal o icónico dirigido al inconsciente del espectador. (…). La velocidad de inserción, fue muy variable, aunque en ningún caso el ojo humano lograba percibir el mensaje, que a veces se concretaba en un simple símbolo, tal como ocurrió con la utilización subliminal de la cruz gamada en la Alemania nazi"


Manuel Alonso y Luis Matilla. Imágenes en acción. Akal.

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Enrique Medina