domingo, 23 de noviembre de 2008

Soltar amarras.

Mi querida compañera enamorada de Bécquer no pudo con su espíritu y ahondó en sus poemas que nunca, nunca pasarán de moda...eso creo.
Ahora bien querida Alda: acá andamos las dos por estos lares de la Red intercambiando formas de ver que no son las usuales, o sí lo son pero tratamos de encauzarlas, o no, o quizá la único que hacemos es intentar comunicarnos con un mundo exterior que deseamos se agigante como corresponde a este medio cada día más masivo de comunicación e información.
Y este medio además de seguir enamorando con las viejas y nuevas formas de conjugar las palabras, goza como ya vimos de infinitas imágenes con las cuales se puede jugar en formas diversas. Tenemos pues muchos caminos para caminar por esta Red.
Y hoy propongo, te propongo un juego: a pura imaginación.
El otro día escuché un comentario que me desveló y quiero que te desvele:
¿Y si al final de tanta soberbia humana, todos nosotros, y todo lo que hemos llegado a conocer como espacio exterior no fuera nada más que un tubo de ensayo donde gigantes reales nos tienen en observación como lo hacemos nosotros con virus o bacterias?
Al prinicipio el comentario me pareció apenas sustentable, mera imaginación fantástica tipo cine futurista. Pero luego, me desveló el pensamiento: y si al final sólo pudiera ser eso...Nosotros, humanos soberbios seres cognitivos y pensantes, colocados en un gigantesco tubo de ensayo al que le pusimos nombre, todos nuestros planetas colocados ahí por otros seres que, más allá de los agujeros negros, nos observan y dejan multiplicar para crear fórmulas específicas de cómo aniquilarnos o por el contrario de cómo conservarnos.
Y con todo y filósofos, sociólogos, políticos, antropólogos, y todos los científicos y poetas, todos, todos, desde los más pobres hasta los poderosos, todos nada más que ensayos de tubo...
¿No te apetece escribir la producción?
Confieso que me desvela poder hacerlo en un texto que pueda ser algo saramaniago por el imaginario, algo marquesiano por el realismo mágico y algo filosófico o casi borgeano. Y sí claro me quedan grandes los nombres. Pero vale la pena el intento.
Como vos sos la reina de la búsqueda de imágenes quizá me puedas dar una mano con ellas, yo mientras tanto ando buscando las palabras.
También de estas locuras solemos enamorarnos quienes pensamos que las palabras, aún en este infinito mundo de Internet, solucionan y proponen más allá de los límites y más acá de los sentidos.

1 comentario:

Alda dijo...

Hola Malú!!
Recojo el guante, y me encantará el resultado...
Una idea, el tiempo es una creación ficticia, en realidad todo es atemporal... De ahí que entre "ficción y ficción" el espíritu encerrado en "este armatoste" llamado "cuerpo" se regodee con esas poesías y esos poetas que son "atemporales" porque son "eternos"
Ah! y creo que tu búsqueda puede resultar brillante si mezclas todos los autores que te bullen en el cerebro con Ray Bradbury, creo que su mundo de "Crónicas marcianas" bien puede ser el nuestro visto desde otra galaxia a través de un tubo de ensayo.
Abrazo!!!
Alda

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Enrique Medina